Historia del hentai

Aunque los desnudos aparecieron en las historias gráficas japonesas (manga) desde la década de 1960, las primeras producciones animadas que se vendieron como hentai, es decir como un producto pornográfico dirigido al público adulto, aparecieron en la década de 1970, como Cybele, de Azuma Hideo, o Cream Lemon.

El hentai como género apareció primero como animación y luego se desarrolló como historias gráficas.

Formatos del hentai

El hentai se presenta en dos formatos:

• Manga. El manga es la historieta japonesa. Se diferencia de la historieta occidental en que las páginas se leen de izquierda a derecha. Nació en formato libro o revistas impresas, pero actualmente también existe en formato digital.

• Animé. Son dibujos animados con características estilísticas similares a las del manga, pero con menos detalles. Esto se debe a que el tiempo que el espectador del animé tiene para observar la imagen es mucho menor al tiempo que tiene el lector del manga.

El manga y el animé no son formatos exclusivos del hentai, sino que existen en otro tipo de obras como la ficción de aventura, histórica o romántica.

Ausencia de restricciones en el hentai

Una de las principales características del hentai es que, por tratarse de dibujos (animados o fijos) puede representarse absolutamente cualquier situación.

Esto significa que pueden aparecer personajes fantásticos, hermafroditas, órganos sexuales de tamaños imposibles, etc. Además, en ciertos tipos de hentai se muestra la penetración en los órganos internos, lo cual sería imposible en la pornografía con actores reales.

El hecho de que no participen personas reales permite también representar situaciones de violencia extrema.

Polémica del hentai

Dado que parte de las obras de hentai representan situaciones de violencia psicológica y física, llegando a veces a la violación (de adultos y niños) y la tortura, existe una posición crítica que sostiene que este tipo de pornografía promueve los actos de violencia.

Los defensores de este tipo de hentai sostienen que ninguna persona es realmente lastimada ni humillada, como sí podría ocurrir en la pornografía con actores y que los consumidores de hentai pueden distinguir la diferencia entre la fantasía (observar dibujos de situaciones violentas) y la realidad (ejercer la violencia sobre otra persona).

En este sentido, el hentai sería análogo a las prácticas de sadomasoquismo, en las que la violencia está pactada y por lo tanto no es la imposición real sobre otra persona, sino la expresión de una fantasía.

Sin embargo, el hentai puede llegar a manos de adolescentes que pueden ver perjudicado el desarrollo de su sexualidad por la asociación del sexo con la violencia. El impacto negativo de estas obras podría depender del receptor.

Esta polémica no puede ser resuelta aún ya que no existen estudios definitorios sobre el efecto de la violencia en la pornografía sobre el consumidor.