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Como llegar al orgasmo juntos

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“¿Cómo llegar al orgasmo a la vez que tu pareja?”. Sí, aquí estamos, y es que hemos intuido (somos muy perspicaces) que los casi siete millones de resultados que arroja Google a esta pregunta y los miles de artículos que comienzan por “7 trucos para llegar al orgasmo a la vez que tu pareja”, “5 claves para llegar al orgasmo a la vez que tu pareja”, “6 maneras de llegar al orgasmo a la vez que tu pareja”, “todas las maneras de llegar al orgasmo a la vez que tu pareja” (estos al menos no se la juegan con el número), indican que el tema interesa y raudos nos hemos propuesto resolver tus dudas. No es tarea fácil, ni conseguirlo ni sacar algo que merezca la pena de la cantidad de consejos absurdos que se ofrecen por ahí. Bueno, pues nos sumamos, somos muy del “que no pase un día sin que des tu opinión de mierda” (Los Punsetes dicunt).

El sexo no es como se ve en el porno, eso nos hemos esforzado siempre por dejarlo claro, pero tampoco es como se ve en las películas románticas. La ropa no irá cayendo lenta y sugerentemente en el suelo mientras os desnudáis delicadamente (por lo que sea nunca aparece el momento en el que se quitan los calcetines), el orgasmo no llega veloz y simultáneamente mientras os contempláis casi en una unión espiritual descubriendo que estáis hechos el uno para el otro, por no mencionar que ahora ya casi nadie utiliza sábanas y que es mucho más complicado enrollarte de forma casual pero muy sexy en un edredón de plumas.

Desmitifiquemos el sexo y también el hecho de llegar al orgasmo en el mismo momento en el que lo hace tu pareja. Es una experiencia, por supuesto, y muy buena, pero en nada empeora el sexo que tú llegues antes y tu pareja después, o viceversa. Para algunos, conseguirlo se convierte en una obsesión (fenomenal, que todo te parezca una mierda si no lo lográis es el primer paso para unas relaciones nada frustrantes y muy satisfactorias).

Recomendaciones para llegar al orgasmo al mismo tiempo que tu pareja

Decimos recomendaciones porque amigos, esto no es magia ni ciencia, no se consigue con una dosis de penicilina ni agitando una varita al ritmo de “todo se logra con solo decir bidibi badibi bidibi badibi bidibi badibi bu”, pero sí hay ciertas cosas que ayudan:

  • Saber muy bien qué te lleva a ti al orgasmo, cuáles son las caricias que más te excitan, cómo funciona tu cuerpo ante los diferentes estímulos, qué te gusta a solas y en compañía, y qué esperas exactamente del otro.
  • Tener el mismo conocimiento sobre el cuerpo y los gustos de tu pareja. Esto, sobra decirlo, no se consigue en un día, no es cena, cine y orgasmo simultáneo. Según los sexólogos, las parejas que orgasman al mismo tiempo suelen ser de largo recorrido.
  • Tener claro que la penetración no es el único camino, que el sexo va desde la primera caricia hasta la última y que tu pareja puede llegar al clímax a través de la estimulación de los pezones y odiar que le susurren al oído. Esto resume uno de los consejos que hemos leído en muchas páginas, la comunicación. Cuidado, estar pendiente de tu pareja, saber cómo respira o cómo entreabre la boca cuando la excitación se desborda y actuar en consecuencia, no es lo mismo que preguntar constantemente ‘¿cómo vas?’, ‘¿cuánto te falta?’, ‘¿te gusta así?’, ‘¿te queda mucho?’. No seáis pesados, por favor.
  • Señalamos, por si habéis caído en la desesperación de probarlo todo, que no hay artículo de trucos que no mencione el asunto de mirarse a los ojos (muy de peli americana). Esto, evidentemente, limita un poco las posturas a utilizar y, aunque el contacto visual sí es excitante, la obligación de mantenerlo de manera continua es, cuando menos, rarito. Si te animas, ten gotas a mano por si se te resecan los ojillos al evitar el pestañeo.

Una última cosa, no es más romántico y conseguirlo no significa que esa persona sea la definitiva. Dejad el misticismo para Teresa de Jesús, a veces es pura suerte y otras mucho conocimiento, propio y del otro. Disfrutad de cada orgasmo, de los solitarios y los compartidos, de los espontáneos y los trabajados, de los breves y de los que valen por una vida entera. No desmerezcas a ninguno o pueden enfadarse y dejar de aparecer por un tiempo. Y eso, sí que asusta.

Fuente: Eroticfeel

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